La vida de alguien que se ha criado en Salamanca no suele ser mala, dependiendo obviamente de los factores socioeconómicos que le rodeen. En mi caso, nunca he podido quejarme. Paradójicamente, comencé a darle vueltas a la idea de lanzar un blog sobre mi lugar de procedencia poco después de dejar el nido.
Suele pasar, todos extrañamos el hogar donde crecimos cuando estamos lejos y quizá no lo apreciamos lo suficiente cuando estamos allí y nos invade el deseo de salir a descubrir mundo. También es frecuente que la gente se sienta muy afortunada de haber nacido donde lo ha hecho y lo considere el mejor lugar del mundo. Yo (o al menos mi faceta más cínica) considero que todos los sitios tienen luces y sombras y que la mayoría de nosotros somos unos nostálgicos, así que acabamos recordando de forma idílica nuestra infancia y todo lo que hacíamos antes.
Esto quizá también implique que no somos capaces de apreciar el presente. En cualquier caso, considero importante conocerse a sí mismo y saber centrarse en los valores positios de todo lo que vamos viviendo con el paso del tiempo, en lugar de en los negativos. Con todas estas ideas en la cabeza (resumidamente) decidí emplear parte de mi tiempo a mi querida Salamanca y a mi querida Castilla y León.
Todo sobre mi vida
Lo cierto es que mi vida se puede resumir rápidamente. Mi nombre es Sandra y nací y crecí en Salamanca, donde también estudié y me mudé recientemente a Berlín, donde estoy experimentando un mundo totalmente distinto. No obstante, imagino que algunos de mis potenciales lectores quizá aprecien la posibilidad de profundizar un poco más en la persona que hay detrás de este blog.
La mayoría de vosotros sabrá (o quizá la minoría) que Salamanca es una de las ciudades más importantes de España a nivel universitario. Una de las ciudades que más varía en cuanto a número de habitantes dependiendo de la temporada en la que se encuentre.
Quizá debido a ello, he de admitir que tuve una juventud bastante precoz en lo que a fiesta y eventos culturales se refiere. Desde muy joven siempre me interesó el teatro, conocer gente de diferentes partes del mundo y convivir con los demás. Estudié artes en la universidad y al poco de graduarme empecé a trabajar.
Animada por las experiencias que había compartido conmigo una amiga, decidí mudarme a Berlín un destino perfecto para jóvenes y ambiciosos artistas como yo. Lo cierto es que en los meses que llevo aquí he aprendido mucho y he adquirido cierta perspectiva de lo que es la vida. Ante todo, creo que he conseguido apreciar algunos aspectos de la vida que en España consideraba naturales o normales y que quizá no lo eran tanto.
Sin lugar a dudas, en Castilla y León tenemos el privilegio de haber nacido allí, el contacto con la gente, la gastronomía, la historia que rodea la tierra, el paisaje… Todo conforma un sitio humilde y bello y considero que algunos aspectos de ciudades grandes y populares como Berlín (un lugar idealizado por millones de personas en el mundo) dejan mucho que desear.
En resumidas cuentas, espero que la gente que me siga, ya sea de Salamanca, Castilla y León, España, Europa o de cualquier parte del mundo, sea capaz de comprender el sentimiento que me ata a esta región y disfrute de mis artículos.